Ultimamente me di cuenta que puedo juzgar una pieza, un momento, una película o un disco por un hecho que tal vez para la mayoría no tenga importancia alguna: si me da ganas de dibujar o no. No hace muchos minutos que encontré este disco, por las incomparables redes de coincidencias que teje internet. Y las ganas de dibujar surgieron, intactas, como si siempre hubieran estado allí, esperando agazapadas. Voy a subir un poco el volumen mientras me alejo del teclado, al encuentro de los colores.
jueves, 2 de enero de 2014
Cícero, elefantes blancos por doquier.
Ultimamente me di cuenta que puedo juzgar una pieza, un momento, una película o un disco por un hecho que tal vez para la mayoría no tenga importancia alguna: si me da ganas de dibujar o no. No hace muchos minutos que encontré este disco, por las incomparables redes de coincidencias que teje internet. Y las ganas de dibujar surgieron, intactas, como si siempre hubieran estado allí, esperando agazapadas. Voy a subir un poco el volumen mientras me alejo del teclado, al encuentro de los colores.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario